Cien vidas más

En aquel lugar cerca de tus abrazos, en aquellas miradas me desnudo, quizás exista otro lugar en el mundo, pero yo lo desconozco.

Entre caricias y besos nos contamos las horas, en retazos sinceros navegan nuestras manos mientras andamos.

Visito sin remiendo el pausar de un latir lento que dentro de ti late.

Me paro en los detalles de tu cara, me embeleso sin darme cuenta contándote las pestañas de tus ojos mientras duermes.

Mirando dentro de ti, en tu fuego, me reflejo en tus pupilas, llevas todo lo bueno...que más puedo pedir...

Que en el cielo abundan huracanes, desafíos insulsos para ahora este indeleble mortal que te acaricia los labios.

La dulce sinfonía que me atrapa cuando te beso me trae de nuevo a un planeta que desconozco y donde quiero anclar.

Eres todas y cada una de mis noches, incluso aquellas en las que dormimos lejos, eres cada una de mis palabras que en versos derrito y fundo para colarlas por aquí. Eres mi luz, mi devenir austero pero cierto, donde encaramo a la luna para ser faro opuesto a una callada mirada sin voz. Y sin pensarte te pienso, y sin pensarme te cruzo cada gesto aún dormida en el sofá. Y sin querer te quiero, sin querer te deseo cada uno de estos días y con sus noches, y todos ellos sin quererlo, todos en ellos...te quiero aún cien vidas más.

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