De Venus o Marte

Eres mi despertar.
En mis mañanas el sol que me camina la piel.
En mis noches esa luna que me la arropa.
Contigo he descubierto que existen las margaritas impares. Que existen mas madrugadas de besos, los días de abrazos y caricias, en todos ellos te veo.
Te sacaste una mano de la manga para dármela sin miedo, tu figura se hace hielo en mi fuego para calmar mis ansias y me sobrevienes como un mar en cada mirada que veo.
Contando mil poemas te verso y te anhelo, sigues mi compás sin cambiarme el paso, el vaso que me bebo contigo siempre está medio lleno.
Tus sonrisas, tu creo y tus dedos, dan paso a unos pasos nuevos, vestidos de domingo aunque llueva, rompan los truenos o hiele, porque de caminos eternos me sacas las piedras y si tropiezo, tu te caes a mi lado por ellas conmigo.
 Es lo que tiene amar, dijiste, es porque te quiero rezaste, y sin embargo me doy cuenta del camino que nos queda por delante y me asombro de que no estés lejos, que me acompañes en lo bueno y en el desastre. 
Y me sigo asombrando por ello, por todo lo que me  das y me sigues dando, junto con la mano que no soltaste, aun viniendo a fuego lento el tiempo o rápido el lobo y sus fauces. Porque de ti creo y relevo, mi fe en cualquier parte, porque me parte tu aliento cuando lloro, porque no entiendo como puedes darme tanto querer, y sin poderte tener todo el rato, se que me tienes en tu paisaje, que no soy antojo ni matojo que marchita, ni caramelo en fugaz consuelo, que soy para ti mas que eso, porque tus ojos y tus gestos me hacen mas amarte, porque ya seas de venus o marte, se que has bajado del cielo, a resucitar la vida de este viejo, que creía perdida y sin consuelo, para caminar por esta tierra y bajo este cielo y con tus besos poner en mis versos el arte que les falte.

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