Diez minutos

En los silencios que me dejas,
en la cama vacía,
en tus recuerdos en mi mente,
en los susurros en mi oreja.

Tu ausencia no miente,
crece en mí la osadía del pensarte,
de imaginarte en mis brazos,
de mirarte.

Aclara la luna las huellas,
que errantes dictan tus pasos,
que la distancia y el abrazo,
regocija mi calma en viernes.

Y vienes, viajas en mi memoria,
relatándome la vida, 
arropándome las ganas,
visitando las mañanas con tu sonrisa dormida.

Y es ahora cuando brilla,
aquel momento de gloria,
cuando mis dedos tocaban tus manos,
cuando me sobraba tu ropa.

Me crecen las ganas de ti,
en estos momentos absorto,
recojo tus sonrisas,
y las guardo dentro de mi.

Solo deseo que pase este día,
que la noche fría vuele,
pero me duele la vida,
cuando sin ti, el tiempo se pierde.

No puedo no ver tu risa,
saliendo de esa boca que enamora,
no puedo crecer en el día,
si tu cielo no me tapa,
si tus versos no me avisan,
del amor que me diste ayer,
y que yo tanto siento ahora.

Mañana volveré a verte,
aunque sean diez minutos,
en los que rozaré seiscientas veces,
tu mano cada segundo,
para volver a decirte en silencio,
 mil millones de te quieros,
 y esperar de nuevo al viernes,
cuando en besos te los cuento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Quemo