Cambio de piel

Dame tu piel esta noche, quiero navegarte entera, hazte hogar para habitarte. Dibujaré en silencio mapas de mares y océanos, pintaré de besos tus labios hasta desabrocharte la vida. Buscaré sin asombro ese dulce sabor a miel que rezumas para quitarme los recuerdos mientras nuevos credos llenan mis pupilas.
Reclamaremos nuestra parte, la que nos corresponde, aparcaremos las lágrimas y vestiremos risas, que ya bastó tan vasto desierto en nuestras vidas.
Dame tus pies esta noche, para andar contigo un nuevo comienzo, dejando huellas paralelas en un solo sentido, el tuyo y el mio, sin más delicadeza que la carne abrazada que recogemos.
Esta noche es el comienzo, ya no hay excusas ni nada que nos ate, nuestro lienzo es el cielo sin marcos, sin límites a ti me entrego...
Otrora vagaba bajo nieblas, en destellos de ramas secas colgaban caricias dilatadas, caducas de otros tiempos, que me anclaban el alma, pero hoy ya, abiertos los ojos a ventanas más nobles, me retiro contigo sabiendo que la elección es acertada.
Acotadas mis entrañas me pongo tiritas de acero, corto los nudos mal hechos y suelto lastre, abandonando el desconsuelo y su precio.
Somos dos almas abandonadas a la suerte del rezo, divergiendo por la vida que se encontraron luego, pasando de las palabras, las miradas fueron consuelo atónito, fluyendo como en otras vidas, traídas a tiempo.
Ambos somos fuego, lo sé por tus anhelos, ahogándose en un mar de vientos y miedos. Y por medio de este medio te aseguro, que la noche hoy nos dará, un abrigo para ambos, dejando la pena atrás y habitando el destino, nuestras pieles chocarán para abrir nuevos caminos. Aquellos nuevos y limpios, como es ahora este libro, el que hoy sujetamos juntos, tu conmigo y yo, contigo...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Quemo