La mejor inversión

Poco a poco me doy cuenta de la importancia de "cuidarme", de mimarme, de regalarme pequeños detalles que me alegran. Poco a poco compruebo que dentro de las posibilidades hay una diferencia en mantenerlas potencialmente como tales o pasar a la acción. Un pequeño hecho como un simple café, una parada de relax, son importantes, no porque debe hacerse, sino porque me apetece hacerlo. Esa pequeña inversión en mi, en mi felicidad, esos pequeños detalles sobre los que soy dueño de "hacerlos" y no de "contemplarlos", ese momento entre la decisión, la acción y el resultado, es la mejor inversión que uno puede hacer, generando con creces un valor proporcionalmente mayor a la inversión inicial. Porque hay inversiones muy buenas, pero por 1.20 euros invertir en un café, ahora, sentado al sol...no tiene precio.