Perdidos los soles



En las batallas, en los cielos, en los mares inmensos llenos de melancolías bravas.
En mi pellejo, en la carne marchita, en los deseos sinceros de palabras.
En los huecos de mentiras que corren a sus anchas.

Todo reluce, lo nuevo y lo viejo, despertares inundan las cloacas de valles añejos. Perdidos los soles la sangre derrama, el suelo sin alfombra no para de crecer ante los pies en llamas. Y en el ocaso, sin embargo, mil postres indolentes. Y se vierten primaveras a los ojos creyentes de sueños, y destacan las angostas cuestas de una edad y su tiempo. Espero constante e impaciente aquel rumor ciego ahora, que valía su peso en cien tientos, que humea aún al rescate.

Blancas palomas, blancas banderas al aire, restañan heridas, crean postdatas, recome por dentro la sal y el viento, ondean en el los detalles. Bajan los miedos, se para el tiempo y verdea la vida, acoso y derribo constante, se cierra la herida de este amar inmenso, vuelan por dentro las miradas tibias, los abrazos sinceros, los ruidos en mi espalda y los lamentos. Se crea y se recrea la energía, victimismo por un pan recién hecho, comido sin ganas ni aliento, perece caduco sin flores en este junio eterno.

Se mueren sin saber que ya murieron, desdoblando las palabras con ingenio inventado, calado ya por el agua de mil nubes que caparon sin querer doler esas llamas, y de clérigos fatuos, de mil poetas con esmero, espero al amparo del cigarro apagado, como el sueño, como la rabia e impotencia que se siente cuando dejo, esos atardeceres pintados acompañado por versos, desguace de una ilusión manejada con tenaza de hierro, en ascuas indelebles se crean en la tierra, mi único lugar visible ya desde que las mareas no crecen ni riegan ni mis pies ni mi alma...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Quemo